PRESENTACIÓN


domingo, 20 de enero de 2013

Colaboradores


        Hace ya bastante tiempo que no escribía en este blog, y la verdad es que ya sentía ganas de retomar el mismo, aunque solo fuese puntualmente. Y estando en esas me preguntaba yo de que tema podría hablar en este caso.

         Hemos repasado desde la primera edición que participamos, allá por el 1986, uno por uno todos los años, hasta el 2010, año que celebramos nuestras bodas de plata en la Batalla de Flores. Cierto es que aún nos faltan por relatar las ediciones del 2011 y 2012, las cuales las dejaremos para más adelante, ya que considero que aún están muy recientes y la distancia y el tiempo pasado, dota a los recuerdos de un toque de nostalgia que los hace más añorados y queridos.

       Hemos hablado así mismo de los vestidos que hemos lucido en nuestras carrozas a lo largo de todos estos años, y enumerado todos los premios que en este apartado hemos obtenido.

    También hemos hablado y ensalzado, cómo no, a nuestra fiesta, de su desarrollo y discurrir, del sentimiento que despierta en todos los laredanos y de lo que ha significado y sigue significando para el pueblo de Laredo.

      Y estando en estos pensamientos me di cuenta, que aún no había escrito nada de esos personajes, muchas veces anónimos, y otras muchas poco reconocidos, si lo comparamos con lo mucho que aportan y el gran peso que tienen a la hora de seguir haciendo avanzar esta maravillosa fiesta.

         Estoy hablando de los colaboradores, de todas esas personas que sin ellos, sería imposible llevar a buen puerto la construcción y creación de las carrozas.

      Si de una cosa en nuestro grupo podemos sentirnos orgullosos, es sin duda de que siempre, desde el primer año hasta este último, hemos contado a nuestro lado con un gran número de colaboradores y amigos entusiastas de la Batalla de Flores.

      De hecho, podemos jactarnos de contar aún, al día de hoy, con colaboradores que año tras año han estado a nuestro lado desde que empezamos allá por el año 1986. Veintisiete ediciones ya a nuestro lado, veintisiete batallas de Flores codo con codo con nosotros, disfrutando de los éxitos, y sufriendo los fracasos, sintiendo nuestras mismas sensaciones y viviendo con la misma ilusión e intensidad que nosotros, cada carroza construida y cada momento vivido.





      Como nos dice el Real Diccionario de la Lengua… Colaborar : “Trabajar con otra u otras personas en la realización de una obra”.

      En ningún momento define o cuantifica cuanta es la ayuda aportada ni necesaria para considerarse como tal. Simplemente es aportar tu ayuda, tu mucho o poco tiempo libre, aportar tu entusiasmo, tu trabajo, tu ilusión, aportar tus ideas, tus conocimientos, tu experiencia.

       Colaboradores son los que están contigo desde el mismo día que empiezas la carroza como los que solo vienen la última noche a clavar las flores.

      Colaboradores son tanto los que dedican todo su tiempo libre, así como los que vienen un rato cuando les pica el gusanillo de la batalla.

     Colaboradores son los que ayudan aportando ideas, conocimientos o experiencia, así como los que simplemente te prestan un vehículo, una huerta o algún artilugio muchas veces necesario.

       Todos y cada uno de ellos son para nosotros colaboradores, desde el primero al último. Todos y cada uno de ellos merecen nuestro más sincero agradecimiento y a todos les damos las gracias de todo corazón.
     Pero también sería injusto de nuestra parte, no hacer una mención especial, a esas no más de cuatro o cinco personas, que día tras día, mes tras mes, año tras año, dedican prácticamente todo su tiempo libre a ayudar a la construcción de la carroza.

      A esas cuatro o cinco personas, que trabajan durante meses en la lonja, en las huertas, en los toldos, a esas cuatro o cinco personas que lo mismo pasan frio durante el invierno trabajando en talleres no acondicionados para el trabajo, como soportan días a pleno sol en el campo plantando o cuidando las flores.

     Esas cuatro o cinco personas, que al igual que yo, se desvelan por las noches cuando oyen llover demasiado y temen por las flores, o escuchan el rugir de un fuerte viento y sienten enorme preocupación por las carrozas ya montadas en los toldos.

     Esas cuatro o cinco personas que desde el minuto uno, en el mes de septiembre cuando se empieza a fraguar la nueva carroza, hasta el mismo instante, que esta, entra esplendorosa a finales de agosto en la pista, trabaja, disfruta, ríe, se preocupa y comparte contigo todo lo bueno o malo de cada etapa en la construcción de la misma.

      A esas cuatro o cinco personas nuestro agradecimiento especial, nuestro mayor y mejor reconocimiento a su trabajo, su ayuda, su entusiasmo y dedicación. Y que sepan que muchas veces son para mí, la razón y el motor que me ayuda a que cada año tenga las fuerzas necesarias para comenzar una nueva carroza.



                                                            
                                                  Muchas gracias AMIGOS.

martes, 31 de julio de 2012

SOLO FALTA UN MES PARA QUE EL ARTE DESFILE POR NUESTRAS CALLES.

Batalla de Flores de Laredo

            Arte recubierto de flores desfilando altivo por un pueblo orgulloso de su legado.
            Alegorías que a lo largo de más de cien años, recorren las calles derramando belleza, fantasía y originalidad.


           En una sociedad como la actual, donde la globalización nos hace más iguales a todos, donde todo se mezcla se masifica y vulgariza. Donde las copias, lo falso es lo más visto, lo más usado. Donde por razones comerciales tratan de vendernos lo que más de moda este, lo que económica y comercialmente más les interese a unos pocos, haciéndonos creer que es lo ideal, lo mejor del momento.


          En ese ambiente  vacio de valores, huérfano de tradiciones y lleno de vaguedades y simplismos, es cuando más hay que luchar por ensalzar lo propio, lo genuino, lo que ha ayudado a forjar nuestra más reciente historia.
         Con la Batalla de Flores podríamos hablar de cifras,  de valores tangibles, de resultados económicos para la hostelería y él comercio, de prestigio, de promoción y publicidad para nuestro pueblo, de tantas y tantas cosas buenas y rentables para Laredo.


         Pero sin embargo a mí hoy me gustaría hablar de sentimientos, de recuerdos, de vivencias de miles de laredanos  que a lo largo de estos más de cien años, tuvieron en esta fiesta, la ilusión puesta tanto para disfrutar, como para soñar, enamorarse, vivir emociones, fecundar amistades, sentir orgullo de su pueblo, de sus vecinos, de su arte. En definitiva saberse poseedores de algo genuino, único, diferente.


        Hay otras fiestas que actualmente se celebran en nuestro municipio de reciente creación, las cuales cuentan con una gran capacidad de captación de gentes y con un entretenido desarrollo. Entretenidas celebraciones que merecen mi mayor respeto tanto por su gran aceptación popular, así como por su entretenido discurrir. Fiestas como los Carnavales, o el desembarco de  Carlos V, la Marmita o la de reciente creación la Belle Époque o Laredo ye-ye, como se la quiera llamar. Todas ellas son fiestas que nos hacen disfrutar, y nos divierten y entretienen.


        Pero lo que yo me propongo plasmar en estas letras, es algo más que el entretenido discurrir de una fiesta, es algo más que el divertimento pasajero de unos días, es recordar la necesidad de preservar algo propio, algo genuinamente nuestro, algo por lo que en cuanto a celebraciones se refiere, siempre marco, continua hoy en día haciéndolo y seguirá marcando una gran diferencia con respecto a otras muchas fiestas que se celebran en el resto de localidades.
           Es francamente difícil aunar en una fiesta, alegría, diversión, Arte “con mayúsculas”, originalidad y buen gusto. Y sin embargo nosotros disfrutamos de una posesión así desde hace más de un siglo.
          Nosotros los laredanos, somos poseedores de algo difícil de tener. Al igual que nos sentimos orgullosos de nuestro pasado, de nuestra historia, de nuestra playa, de nuestro legado cultural y artístico, de igual manera debemos sentirnos orgullosos de ser herederos de una ya para nosotros más que fiesta, una tradición, una muestra artística, un desfile anual de arte, color y fantasía.



         Mantengamos nuestras fiestas, todas y cada una de ellas, disfrutemos y hagámoslas cada vez más entretenidas y alegres. Todas ellas son dignas de ser apoyadas por todos nosotros, pero recordemos siempre que en ese aspecto, nuestro faro, nuestra diferencia con respecto a los demás, nuestro emblema, nuestra principal nave, no es otra que nuestra centenaria y querida Batalla de Flores.


martes, 14 de febrero de 2012

Los Vestidos de "Carrozas Oruña"

        En nuestras carrozas siempre nos ha gustado cuidar mucho los detalles, así como todo lo que complementa y rodea la obra.

        Es por esto, que uno de nuestros puntos fuertes, desde siempre, han sido los trajes que han lucido las chicas que han salido con nosotros.




        En el apartado de vestidos contamos en nuestro haber, con cinco primeros premios, ocho segundos y seis terceros.

        Un palmarés, creemos, bastante destacado, y es que como ya he apuntado en otras ocasiones, nuestro grupo considera que todo lo que complementa y rodea a la carroza, debe de ser tratado con el máximo esmero ya que en el fondo además de lucir las carrozas en el desfile el día grande de la fiesta, hay que procurar dar un espectáculo acorde con el nivel artístico del evento, y que por tanto hay que cuidar todos y cada uno de los detalles que forman el conjunto de la carroza, desde su ejecución hasta la chicas que la adornan y las personas que tiran de ella y complementan todo el conjunto.

       Samara Oruña es nuestra diseñadora de vestuario, y es ella no solo la que se encarga de diseñar los trajes para todas nuestras carrozas, sino que también es ella la que se encarga de dirigir la confección de los mismos, así como también realiza todos los complementos y detalles que componen los vestidos.




     A continuación voy a presentaros fotografías de algunos de nuestros vestidos, poniendo en cada uno de ellos el titulo de la carroza que acompañaron, así como el año de la misma y el premio obtenido. 



                                                       Samara Oruña

                     Titulo Carroza.: Flor de Fuego       Año 1989       3º Premio Vestidos



                                                                      
                                                        Patricia

                Titulo Carroza.: Rumbo al Sol Naciente     Año 2007     1º Premio Vestidos



                                                             
                                                      Sara Santamaría

                  Titulo Carroza.: Las Mil y Una Noches     Año 2009     3º Premio Vestidos




                                                              
                                                       Lucia Santamaría

                             Titulo Carroza.: Duendes     Año 2011     1º Vestidos




                                                              
                                                   Monica y Rebeca Adán

             Titulo Carroza.: Había una Vez... Un Sueño     Año 2010     2º Premio Vestidos




                                                                 
                                                      Sara Santamaría

                       Titulo Carroza.: Festejo Andino     Año 2001     1º Premio




                                                                  
                                                         Sara Santamaría

                      Titulo Carroza.: Jardín Prohibido     Año 1996     2º Premio Vestidos




                                                                 
                                                     Elena de la Peña

                     Titulo Carroza.: Memorias de Jaypur     Año 2008     1º Premio Vestidos
                                                               
                                             Centenario Batalla de Flores

jueves, 12 de enero de 2012

Año 2010 Titulo Carroza "Había una vez... Un Sueño"

       1986 – 2010, veinticinco Batallas de Flores. Ese año 2010 celebramos nuestras bodas de plata en la Batalla de Flores. 25 Batallas, más de sesenta carrozas presentadas a concurso y decenas de amigos que a lo largo de estos años, nos han acompañado y han colaborado con nosotros.


          Son muchas, muchísimas las personas que en más o menos medida, en más o menos ocasiones han estado a nuestro lado durante estos 25 años. Sería dificilísimo acordarnos de todas ellas, pero sí que podemos acordarnos concretamente de los que más años han colaborado con nosotros. Y es que consideramos justo acordarnos en esta memoria por ejemplo de Laureano Santamaría, de Fco Javier Pérez Portilla, de Mª Luisa Casado Campón, de Raúl Revuelta Fuentes, de Javier Fernández Dosantos, de Francisco Marañón, de Ángel Luis Martín Álvarez, de Benigno Oruña Casado, de Santiago Fuentes, de Angélica Vila, de Fco Javier Santibáñez, de Nuria de la Peña, de Silvia García Aguado, de Antonio Antón, y muchos muchos más, ya que podría seguir con la lista la cual sería larguísima.
      Mención aparte merecen tres personas que siempre, repito siempre, han estado al pie del cañón y que de una u otra manera, este sueño nunca habría sido posible sin ellas. En primer lugar, mi hermano Alfonso, con el cual empecé en esta aventura de construir carrozas y que fue el que más ilusión y amor por esta fiesta inculco a nuestros colaboradores, y aunque los últimos años ha estado un poco más desligado del tema, nunca jamás ha faltado a la cita en más o menos medida. En segundo lugar, Cesar Santamaría, mi mejor  y más fiel colaborador y lo que es más importante, mi mejor amigo.  Y dejo para el último lugar, aunque sin duda alguna, debería de ser citada la primera, Samara Oruña Casado, ya que ha sido ella la que más ha tenido que aguantar mis tribulaciones, mis cambios de humor, mis alegrías y mis tristezas. Ella ha sido la piedra angular sobre la que siempre me he apoyado para llevar adelante esta difícil empresa. Se puede decir sin ninguna duda, que de no haber sido por ella, estas veinticinco Batallas no habrían sido posibles para este grupo.


          Todos ellos y otros muchos son los que a lo largo de estas veinticinco Batallas de Flores nos han ayudado de manera totalmente desinteresada y con una inmensa ilusión. Como ya he dicho sería una lista mucho, muchísimo más larga, dificilísima de recordar por completo, pero aunque sea sin citar sus nombres, igualmente agradecemos enormemente su ayuda y colaboración a todos ellos, por la ilusión y fidelidad que han demostrado para con nuestra carroza,  que como siempre me gusta decir, es también la de ellos.


         Ese año 2010, año de celebración para nosotros, nos decidimos por hacer una carroza que tuviese una temática alegre, fantasiosa, ilusionante, y para ello nada mejor que representar la escena más representativa del circo. Quisimos plasmar en esa carroza metafóricamente lo que para nosotros habían supuesto todos esos años,  Ilusión, alegría y mucha mucha felicidad. Es por esto que la pieza principal de la carroza era una gran cabeza de payaso, sonriendo y con una expresión en el rostro de autentica felicidad. La enmarcaba la silueta de una carpa de circo, y la precedían, dos payasos haciendo cabriolas y que así mismo expelían una inmensa alegría.
           Había una vez… Un Sueño,  fue el titulo que al final le pusimos a la carroza. En un principio la carroza iba a llamarse de otra manera, pero por cosas del destino no pudo llamarse así y al final optamos por el que desde un principio debió de ser. El cual considero que fue el más acertado que podríamos haberle puesto, ya que en verdad estos veinticinco años, han sido para nosotros como un hermoso y maravilloso sueño.


          

jueves, 29 de diciembre de 2011

Año 2009 Titulo Carroza "Las Mil y Una Noches"

              Después del éxito obtenido el año anterior, con la victoria en el centenario de la Batalla de Flores, volvíamos a tener las pilas cargadas, y teníamos muchas ganas de empezar de nuevo la confección de una nueva carroza para la edición de este año.
            No obstante éramos conscientes de la dificultad de obtener de nuevo la victoria, ya que el nivel artístico de los demás grupos participantes, había alcanzado los últimos años muchos enteros.
           No obstante nuestra moral estaba muy alta, y además el hecho de haber más nivel nos motiva aun más, y nos congratula ya que con todo eso la que siempre sale ganando es la Batalla y por ende Laredo.
         Ese año apostamos por un diseño atrevido, ya que la pieza central era una fuente de estilo árabe de dos pisos expulsando agua natural por varios chorros.


        Lo malo es que cometimos un error muy grande ya que a la hora de montar la bomba de agua, no la aislamos bien y ese día justo al empezar el desfile se obstruyo y nos fastidio todo el montaje.
       Pero bueno a nosotros nos gusta innovar, tratar de ser originales, apostamos por la novedad e intentar cosas nuevas. Es cierto que a veces no sale, o incluso la apuesta te sale mal, como nos paso este año, pero bueno, nosotros gracias a esta política que llevamos, a la larga de los años,  nos ha ido bien, es cierto que a veces hemos tenido que pagar un precio por ello y hemos cometido errores, pero también es cierto que otras veces nos ha funcionado el tema y la apuesta nos ha salido favorable.


       Al margen de eso, y en cuanto al apartado de colaboración, ese año contamos con el patrocinio de otro grupo, que fue el de transportes Maritina, grupo muy laureado en la última década y el cual está capitaneado por D. Manuel Cagigas Villaverde, al cual además de compañero carrocista considero un amigo, y que en esa ocasión fue de la mano con nosotros en el lo que a logística se refiere, que no en el apartado artístico, donde el diseño, creación y trabajo de la carroza, fue exclusivamente de  nuestro grupo.
     Al final el resultado artístico, y ejecución de la carroza fue bastante buena, al menos yo quede muy contento con la misma y su resultado final. Nos otorgaron un tercer premio, que bueno, por una parte te posiciona dentro de los puestos de honor y por otra parte te deja un poco frio, ya que siempre esperas algo más a la hora de los premios.


jueves, 24 de noviembre de 2011

Año 2008 Titulo Carroza "Memorias de Jaypur"


              1908 / 2008 cien años de historia del mejor festejo de Laredo, el más artístico de todos cuantos haya tenido en su historia.
             Por fin llego la fecha, Laredo se dispone a celebrar el centenario de la gran Batalla de Flores.
               Nuestros tatarabuelos, abuelos, padres, todos, absolutamente todos nuestros antepasados siempre se han sentido orgullosos de su Batalla de Flores. A lo largo de estos cien años, se han sucedido toda clase de acontecimientos, dos guerras mundiales, una guerra civil, una posguerra, tempestades, y mil y un acontecimientos más, y a pesar de todo eso, a pesar de todos los años, aun hoy  celebramos esta maravillosa fiesta, orgullo de todos los Laredanos.
             Por eso, ese veintinueve de agosto del 2008, día de la celebración del centenario de nuestra emblemática fiesta, todos los carrocistas soñaban y anhelaban triunfar en esa mágica fecha. Todos los grupos participantes, más que nunca en los últimos años, se volcaron en realizar sus mejores creaciones, sus mejores carrozas para estar a la altura y tener posibilidades de ganar el centenario de la Batalla de Flores.
            Todo estaba dispuesto para el comienzo del desfile, a nosotros ese año premonitoriamente, nos había tocado en el sorteo previo, tener el honor de desfilar en primer lugar, y por supuesto cuidamos todos los detalles para estar a la altura de tan magnífica ocasión.  
            Al igual que el resto de grupos participantes, nosotros ese año nos volcamos por completo para realizar una carroza que ganase esa edición tan especial, única, irrepetible. Por eso no escatimamos en esfuerzo, ganas e ilusión. Cuidamos hasta el más mínimo detalle, apostamos por un diseño oriental, tratando de darle un tratamiento donde se conjugase la originalidad, con la belleza y la interpretación de tan maravilloso lugar. Así mismo cuidamos y pusimos mucho énfasis, en el diseño de los trajes que lucían las chicas que adornaban la carroza, y también en el vestuario de los que empujaban la carroza y por supuesto cuidamos mucho la puesta en escena, ya que en nuestro grupo siempre hemos considerado que en un desfile como es el de la Batalla de Flores, hay que cuidar todos los detalles y hay que dar espectáculo y eso no solo se consigue con una buena carroza, que desde luego es lo principal y fundamental, sino que también es importante cuidar todo lo que rodea a esta, para que el publico contemple un espectáculo completo, un espectáculo con clase, con elegancia, con alegría, en definitiva un conjunto que engrandezca nuestra fiesta y la posicione, como se merece, a un alto nivel.




             El desfile comenzó con retraso y se tardo muchísimo en realizar todas las vueltas al recorrido, en realidad se hizo muy tedioso, pesado, pero los nervios por el desenlace final nos mantuvieron en todo momento en tensión, expectantes por el veredicto del jurado. Y con esa tensión a flor de piel llagamos a la altura de la tribuna presidencial, ya en la última vuelta, justo en el “aterrador” momento de recibir el premio otorgado.
       En esos momentos de ir a escuchar el veredicto del jurado, normalmente son instantes de una gran tensión, de grandes nervios, momentos donde no sabes si es mejor quedarte allí o salir corriendo para no escuchar nada, momentos donde te juegas prácticamente todo el esfuerzo realizado, toda la ilusión puesta.
         Pues bien, si normalmente todos los años tienes esas sensaciones, imagínense la enorme tensión que vivimos ese año tan especial, ese año del centenario, ese año donde te jugabas pasar a la historia de tan precioso acontecimiento, ya que si alguna fecha  se recordara siempre que se hable de la historia de la Batalla de Flores, al menos durante los próximos cien años, no serán otras que la del año de inicio del festejo y la del año de su centenario y lógicamente de las carrozas que se alzaron vencedoras esas dos ediciones, 1908 carroza ganadora “la Argentina” y 2008 “Memorias de Jaypur”
       Pero volvamos al momento mágico cuando delante de la tribuna presidencial esperábamos el veredicto del jurado y conocíamos por fin el premio recibido. Se demoro muchísimo, en exceso, la gente en las gradas se impacientaba y nosotros en la pista sentíamos que nos faltaba hasta el aire.
       De pronto el presentador anuncia que ya tiene en sus manos el recuento final de los votos, y comienza a anunciar los premios.
       Memorias de Jaypur, de la Asociación Cultural Carrozas Oruña, Primer Premio en Carroza y Primer Premio en Vestidos…..  En esos momentos las sensaciones y las emociones afloraron de muy diversas maneras, hubo quien lloro, los más, hubo quien rio, salto, se abrazo, grito o simplemente como yo mismo, que caí de rodillas, alce los brazos y di rienda suelta a toda la rabia, emoción y tensión que había acumulado hasta ese momento. 
        Es muy difícil de explicar en palabras todas las emociones que se vivieron en esos momentos, al menos yo no me veo capaz de encontrar las palabras que relaten de manera fidedigna esos instantes tan, tan emocionantes.
        Fue un año maravilloso, hicimos historia y a mí no me queda otra cosa que dar las gracias al pueblo de Laredo por mantener tan viva año tras año esta maravillosa fiesta, a todos mis compañeros carrocistas que demuestran año tras año todo su arte y todo su ingenio y ese año en especial demostrando que son verdaderos artistas, y sobre todo como es de bien nacido el ser agradecido, dar las gracias a todos nuestros colaboradores que además son nuestros amigos, por todo su esfuerzo y toda la ilusión que demuestran año tras año y lo mismo han sabido estar en momentos tan mágicos y maravillosos como fue este año del centenario, así como cuando la suerte no nos ha sonreído y sin embargo siempre, siempre han estado a nuestro lado y no han dejado nunca de ayudarnos poniendo en ello toda su alegría, ilusión y esfuerzo.




                 Pasó el año del centenario y para nosotros, para nuestro grupo siempre será un fecha de ensueño, un fecha para el recuerdo de magnificas sensaciones, de una alegría inmensa, una fecha y un recuerdo que a nosotros nos ha compensado por los disgustos y malos ratos que a veces hemos sufrido, una fecha donde hicimos historia y gracias a la cual siempre se recordara a este humilde grupo, que lo único que siempre, pero siempre, siempre tiene claro son dos cosas fundamentales:
       Una, disfrutar, divertirse y pasar magníficos momentos en compañía de sus amigos de verdad.
       Y Dos, trabajar y poner todo su empeño y toda su ilusión en hacer cada año una buena carroza que ayude a engrandecer y hacer cada vez más grande y más importante  esta maravillosa fiesta que tenemos en Laredo, y que no es otra cosa en esencia, que un desfile de Originalidad, Fantasía y Arte, cubierto de Flores
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jueves, 17 de noviembre de 2011

Año 2007 Titulo Carroza "Rumbo al Sol Naciente"

            Siempre buscamos tres cosas principalmente al diseñar nuestra carroza cada año, que aunque por simples y obvias que parezcan, no por eso dejan de ser la realidad.
            En primer lugar que sea bonita, que al margen de ser mejor o peor carroza, que sea grande o pequeña, al margen de todo eso, buscamos que sea bonita, que al contemplarla el público vea una bonita creación.
          En segundo lugar que sea original, diferente, que el tratamiento que le demos al tema elegido sea lo más original posible.
         Y en tercer y último lugar que sea buena, y que quiero decir con lo “que sea buena”, pues muy sencillo, me refiero a que tenga una dificultad en el montaje, que tenga un buen reparto de espacios, que combine de manera acertada el colorido de toda la obra, que tenga una buena disposición en cuanto a espacios y puestos a ocupar por las chicas que lucirán en ella, etc etc…
            Por qué digo esto cuando me dispongo a hablaros de la carroza de este año que nos ocupa, pues muy sencillo, no es sino para explicar que algunas veces no hemos considerado necesario tener que hacer una carroza de enormes proporciones, de enorme tamaño, para  disputar un buen premio dentro de la calificación final, ya que aunque quizá la carroza diseñada para ese año no fue de un gran tamaño, no por eso, no volcamos todo nuestro interés, todo nuestro entusiasmo y todo nuestro esfuerzo en que la carroza a realizar no fuese una buena obra floral.
          Yo considero que, normalmente, para que una carroza gane la Batalla de Flores, además de tener los aspectos citados anteriormente, ser buena carroza, bonita y original, además ha de tener un tamaño y unas medidas al límite de lo legalmente permitido; Ahora bien, eso no quiere decir que una carroza solo por el mero hecho de ser grande, siempre ya tiene que quedar por delante de una carroza de dimensiones o volumen menor si esta es mucho más bonita que la otra. Es decir el ser grande, tener un gran volumen no es razón por si sola suficiente para ganar el festejo o para calificar por delante de carrozas de menor tamaño, pero más bonitas y originales que ella.


         Rumbo al Sol naciente, titulo de nuestra carroza ese año, fue una carroza, no de grandes dimensiones, pero si de una belleza, originalidad y ejecución excelentes. A su favor debo decir, que no exagero si digo que esa carroza ha sido una de las que mejor acabado, en cuanto al trabajo de “clavado de la flor”, ha desfilado en las más de cien ediciones de la batalla de flores, también digo que tenía un excelente diseño y una muy buena colocación de las piezas, así como un precioso colorido. Además en esa carroza se lucieron los mejores vestidos de ese año a los que no podía ser menos les otorgaron el primer premio en vestuario. A cambio, en su contra también diré que en cuanto a originalidad no podríamos decir que la tuviese en exceso ya que son muchas las veces que se ha tratado un tema oriental desde la perspectiva de un barco bajo una puerta y con dragones como figuras principales, así mismo también digo que no fue una carroza de grandes dimensiones ni excesivo volumen.
              Ahora bien, expuesto lo anteriormente dicho, y tratando de ser lo más objetivamente imparcial, me atrevería a decir que desde luego que no fue una carroza como para ganar la Batalla de flores ni incluso para quedar entre los tres primeros puestos, ahora bien tampoco fue de recibo que la calificasen en un Séptimo  lugar, puesto a todas luces inmerecido y totalmente injusto.
         Y así mismo lo considero la gran mayoría del público  asistente, el cual al oír el veredicto del jurado rompió masivamente en pitos y abucheos, recriminando de esa manera el puesto otorgado por el jurado.
            Debo y me enorgullece recordar una anécdota, al menos para mí inédita, y que refleja de manera clara y concisa el enorme enfado e incomprensión del público asistente al desfile, y es que una vez anunciado el puesto otorgado por el jurado y después de subir educadamente, como no podría ser de otra manera, a recibir el trofeo correspondiente, mandé a mis colaboradores mover la carroza y seguir avanzando en el desfile, y fue en ese momento cuando a medida que nuestra carroza avanzaba, el público de las gradas se iba poniendo  masivamente en pie y sin parar ni un instante de aplaudir, nos fueron transmitiendo todo su apoyo y consideración hacia nuestra carroza.


          Para nosotros eso supuso una enorme inyección de moral y nos ayudo a sobrellevar de mejor manera el disgusto recibido, a la vez que nos compenso y nos enorgulleció el comprobar que para el público nuestra carroza merecía una mucha mejor calificación.