1986 – 2010, veinticinco Batallas de Flores. Ese año 2010 celebramos nuestras bodas de plata en la Batalla de Flores. 25 Batallas, más de sesenta carrozas presentadas a concurso y decenas de amigos que a lo largo de estos años, nos han acompañado y han colaborado con nosotros.
Son muchas, muchísimas las personas que en más o menos medida, en más o menos ocasiones han estado a nuestro lado durante estos 25 años. Sería dificilísimo acordarnos de todas ellas, pero sí que podemos acordarnos concretamente de los que más años han colaborado con nosotros. Y es que consideramos justo acordarnos en esta memoria por ejemplo de Laureano Santamaría, de Fco Javier Pérez Portilla, de Mª Luisa Casado Campón, de Raúl Revuelta Fuentes, de Javier Fernández Dosantos, de Francisco Marañón, de Ángel Luis Martín Álvarez, de Benigno Oruña Casado, de Santiago Fuentes, de Angélica Vila, de Fco Javier Santibáñez, de Nuria de la Peña, de Silvia García Aguado, de Antonio Antón, y muchos muchos más, ya que podría seguir con la lista la cual sería larguísima.
Mención aparte merecen tres personas que siempre, repito siempre, han estado al pie del cañón y que de una u otra manera, este sueño nunca habría sido posible sin ellas. En primer lugar, mi hermano Alfonso, con el cual empecé en esta aventura de construir carrozas y que fue el que más ilusión y amor por esta fiesta inculco a nuestros colaboradores, y aunque los últimos años ha estado un poco más desligado del tema, nunca jamás ha faltado a la cita en más o menos medida. En segundo lugar, Cesar Santamaría, mi mejor y más fiel colaborador y lo que es más importante, mi mejor amigo. Y dejo para el último lugar, aunque sin duda alguna, debería de ser citada la primera, Samara Oruña Casado, ya que ha sido ella la que más ha tenido que aguantar mis tribulaciones, mis cambios de humor, mis alegrías y mis tristezas. Ella ha sido la piedra angular sobre la que siempre me he apoyado para llevar adelante esta difícil empresa. Se puede decir sin ninguna duda, que de no haber sido por ella, estas veinticinco Batallas no habrían sido posibles para este grupo.
Todos ellos y otros muchos son los que a lo largo de estas veinticinco Batallas de Flores nos han ayudado de manera totalmente desinteresada y con una inmensa ilusión. Como ya he dicho sería una lista mucho, muchísimo más larga, dificilísima de recordar por completo, pero aunque sea sin citar sus nombres, igualmente agradecemos enormemente su ayuda y colaboración a todos ellos, por la ilusión y fidelidad que han demostrado para con nuestra carroza, que como siempre me gusta decir, es también la de ellos.
Ese año 2010, año de celebración para nosotros, nos decidimos por hacer una carroza que tuviese una temática alegre, fantasiosa, ilusionante, y para ello nada mejor que representar la escena más representativa del circo. Quisimos plasmar en esa carroza metafóricamente lo que para nosotros habían supuesto todos esos años, Ilusión, alegría y mucha mucha felicidad. Es por esto que la pieza principal de la carroza era una gran cabeza de payaso, sonriendo y con una expresión en el rostro de autentica felicidad. La enmarcaba la silueta de una carpa de circo, y la precedían, dos payasos haciendo cabriolas y que así mismo expelían una inmensa alegría.
Había una vez… Un Sueño, fue el titulo que al final le pusimos a la carroza. En un principio la carroza iba a llamarse de otra manera, pero por cosas del destino no pudo llamarse así y al final optamos por el que desde un principio debió de ser. El cual considero que fue el más acertado que podríamos haberle puesto, ya que en verdad estos veinticinco años, han sido para nosotros como un hermoso y maravilloso sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario