1908 / 2008 cien años de historia del mejor festejo de Laredo, el más artístico de todos cuantos haya tenido en su historia.
Por fin llego la fecha, Laredo se dispone a celebrar el centenario de la gran Batalla de Flores.
Nuestros tatarabuelos, abuelos, padres, todos, absolutamente todos nuestros antepasados siempre se han sentido orgullosos de su Batalla de Flores. A lo largo de estos cien años, se han sucedido toda clase de acontecimientos, dos guerras mundiales, una guerra civil, una posguerra, tempestades, y mil y un acontecimientos más, y a pesar de todo eso, a pesar de todos los años, aun hoy celebramos esta maravillosa fiesta, orgullo de todos los Laredanos.
Por eso, ese veintinueve de agosto del 2008, día de la celebración del centenario de nuestra emblemática fiesta, todos los carrocistas soñaban y anhelaban triunfar en esa mágica fecha. Todos los grupos participantes, más que nunca en los últimos años, se volcaron en realizar sus mejores creaciones, sus mejores carrozas para estar a la altura y tener posibilidades de ganar el centenario de la Batalla de Flores.
Todo estaba dispuesto para el comienzo del desfile, a nosotros ese año premonitoriamente, nos había tocado en el sorteo previo, tener el honor de desfilar en primer lugar, y por supuesto cuidamos todos los detalles para estar a la altura de tan magnífica ocasión.
Al igual que el resto de grupos participantes, nosotros ese año nos volcamos por completo para realizar una carroza que ganase esa edición tan especial, única, irrepetible. Por eso no escatimamos en esfuerzo, ganas e ilusión. Cuidamos hasta el más mínimo detalle, apostamos por un diseño oriental, tratando de darle un tratamiento donde se conjugase la originalidad, con la belleza y la interpretación de tan maravilloso lugar. Así mismo cuidamos y pusimos mucho énfasis, en el diseño de los trajes que lucían las chicas que adornaban la carroza, y también en el vestuario de los que empujaban la carroza y por supuesto cuidamos mucho la puesta en escena, ya que en nuestro grupo siempre hemos considerado que en un desfile como es el de la Batalla de Flores, hay que cuidar todos los detalles y hay que dar espectáculo y eso no solo se consigue con una buena carroza, que desde luego es lo principal y fundamental, sino que también es importante cuidar todo lo que rodea a esta, para que el publico contemple un espectáculo completo, un espectáculo con clase, con elegancia, con alegría, en definitiva un conjunto que engrandezca nuestra fiesta y la posicione, como se merece, a un alto nivel.
El desfile comenzó con retraso y se tardo muchísimo en realizar todas las vueltas al recorrido, en realidad se hizo muy tedioso, pesado, pero los nervios por el desenlace final nos mantuvieron en todo momento en tensión, expectantes por el veredicto del jurado. Y con esa tensión a flor de piel llagamos a la altura de la tribuna presidencial, ya en la última vuelta, justo en el “aterrador” momento de recibir el premio otorgado.
En esos momentos de ir a escuchar el veredicto del jurado, normalmente son instantes de una gran tensión, de grandes nervios, momentos donde no sabes si es mejor quedarte allí o salir corriendo para no escuchar nada, momentos donde te juegas prácticamente todo el esfuerzo realizado, toda la ilusión puesta.
Pues bien, si normalmente todos los años tienes esas sensaciones, imagínense la enorme tensión que vivimos ese año tan especial, ese año del centenario, ese año donde te jugabas pasar a la historia de tan precioso acontecimiento, ya que si alguna fecha se recordara siempre que se hable de la historia de la Batalla de Flores, al menos durante los próximos cien años, no serán otras que la del año de inicio del festejo y la del año de su centenario y lógicamente de las carrozas que se alzaron vencedoras esas dos ediciones, 1908 carroza ganadora “la Argentina” y 2008 “Memorias de Jaypur”
Pero volvamos al momento mágico cuando delante de la tribuna presidencial esperábamos el veredicto del jurado y conocíamos por fin el premio recibido. Se demoro muchísimo, en exceso, la gente en las gradas se impacientaba y nosotros en la pista sentíamos que nos faltaba hasta el aire.
De pronto el presentador anuncia que ya tiene en sus manos el recuento final de los votos, y comienza a anunciar los premios.
Memorias de Jaypur, de la Asociación Cultural Carrozas Oruña, Primer Premio en Carroza y Primer Premio en Vestidos….. En esos momentos las sensaciones y las emociones afloraron de muy diversas maneras, hubo quien lloro, los más, hubo quien rio, salto, se abrazo, grito o simplemente como yo mismo, que caí de rodillas, alce los brazos y di rienda suelta a toda la rabia, emoción y tensión que había acumulado hasta ese momento.
Es muy difícil de explicar en palabras todas las emociones que se vivieron en esos momentos, al menos yo no me veo capaz de encontrar las palabras que relaten de manera fidedigna esos instantes tan, tan emocionantes.
Fue un año maravilloso, hicimos historia y a mí no me queda otra cosa que dar las gracias al pueblo de Laredo por mantener tan viva año tras año esta maravillosa fiesta, a todos mis compañeros carrocistas que demuestran año tras año todo su arte y todo su ingenio y ese año en especial demostrando que son verdaderos artistas, y sobre todo como es de bien nacido el ser agradecido, dar las gracias a todos nuestros colaboradores que además son nuestros amigos, por todo su esfuerzo y toda la ilusión que demuestran año tras año y lo mismo han sabido estar en momentos tan mágicos y maravillosos como fue este año del centenario, así como cuando la suerte no nos ha sonreído y sin embargo siempre, siempre han estado a nuestro lado y no han dejado nunca de ayudarnos poniendo en ello toda su alegría, ilusión y esfuerzo.
Pasó el año del centenario y para nosotros, para nuestro grupo siempre será un fecha de ensueño, un fecha para el recuerdo de magnificas sensaciones, de una alegría inmensa, una fecha y un recuerdo que a nosotros nos ha compensado por los disgustos y malos ratos que a veces hemos sufrido, una fecha donde hicimos historia y gracias a la cual siempre se recordara a este humilde grupo, que lo único que siempre, pero siempre, siempre tiene claro son dos cosas fundamentales:
Una, disfrutar, divertirse y pasar magníficos momentos en compañía de sus amigos de verdad.
Y Dos, trabajar y poner todo su empeño y toda su ilusión en hacer cada año una buena carroza que ayude a engrandecer y hacer cada vez más grande y más importante esta maravillosa fiesta que tenemos en Laredo, y que no es otra cosa en esencia, que un desfile de Originalidad, Fantasía y Arte, cubierto de Flores
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