PRESENTACIÓN


jueves, 30 de junio de 2011

Año 1996 Titulo Carroza "Jardín Prohibido"

              Hacía ya tres años que habíamos conseguido ganar la Batalla de Flores, y en este tiempo habíamos logrado un segundo y un tercer premio y este año aunque también hicimos una gran carroza la suerte no nos volvió a favorecer. Al igual que los dos años anteriores nos quedamos a las puertas una vez más del triunfo, ya que en esta ocasión nos otorgaron un tercer premio, aunque eso sí, volvimos a ganar el primer premio en Arte.
              Y es que artísticamente la carroza de ese año fue de un acabado esplendido, con unas figuras muy trabajadas y un remate en el clavado de la flor y en la colocación del pétalo de magnifica ejecución.


              Lo que ya no nos quedo también fue de nuevo el montaje de la carroza y las proporciones de la misma, volviendo a tener fallos que perjudicaron en el resultado final de la obra. Aunque la mala experiencia del año anterior junto a la de este año, nos sirvió como una excelente escuela para no volver a cometer fallos tan notorios a la hora de montar las carrozas en las siguientes ediciones.
              Quizás la anécdota más notoria de ese año fue que estando pegando adornos de la figura central de la carroza, “la cual era una versión del Zeus del templo del mismo nombre en la antigua Grecia”, se prendió fuego una placa de corcho y un bote de cola que estaba prácticamente lleno, todo esto se produjo al ser salpicada la placa untada de cola con  chispas producidas por el corte de una rotaflex, y  de verdad que parece milagroso que no ardiese toda la figura ya que el fuego que se produjo fue de un tamaño importante. Tanto fue así que a dos de nuestros colaboradores que en ese momento estaban esparciendo la cola sobre la placa de porespan, se les chamusco parte del pelo y de las pestañas, sufriendo un susto terrible.



               No me gustaría terminar de hablar de ese año, sin recordar que aunque no conseguimos, ”aun no sé por qué” ganar el apartado de vestidos, ya que solo nos concedieron el segundo premio, y digo solo ya que si ha habido un año que el primer premio en vestuario habría sido indiscutible , no sería otro que ese año para nuestro magnifico diseño, y es una pena que en las fotografías no se llegue apreciar en su justa medida el traje en toda su magnitud, el cual en mi humilde opinión, a relación de los años, quizá sea uno de los mejores diseños  dentro de los trajes lucidos en la Batalla de Flores.


              

lunes, 27 de junio de 2011

Año 1995 Titulo Carroza "Fuente de Pasión"

              Después de cuatro años sin cambiar de “cuartel general” para realizar nuestra carroza, este año 1995 tenemos que recoger todos nuestros bártulos y volver a cambiar de ubicación, esta vez para trasladarnos hasta el antiguo cine Alameda.  Es un buen lugar y además en el estaremos durante varios años, es espacioso, céntrico y muy cómodo, lo malo es que tiene un problema estructural grave y cada año el deterioro va a más pero bueno, los primeros años fue un lugar extraordinario, yo al menos guardo un buen recuerdo de él.
              Este año diseñamos una carroza con el ánimo de ganar de nuevo, pero al final no quedo como yo pensaba y tengo que reconocer que cometimos fallos muy llamativos a la hora del montaje  de la misma. Sin embargo y a pesar de esos fallos en la estructura del montaje fue una carroza artísticamente maravillosa, tanto fue así que la otorgaron el primer premio en Arte, y además ese año los vestidos que llevaban las chicas fueron espectaculares, un precioso diseño  que dio como resultado también nuestra primera victoria en ese apartado.


            Al final ese año nos otorgaron un tercer premio  en carroza, primer premio en Arte y primer premio en vestidos, por tanto no fue un mal año ni mucho menos, aunque como he dicho al principio nuestro principal objetivo era ganar la Batalla de Flores y este año si, por culpa nuestra a la hora de montar la carroza no logramos conseguir nuestro principal objetivo.


              Como anécdota os contare que al ser la figura central la imagen de un demonio poseyendo a una mujer, fueron muchas  personas mayores, las que se dirigieron a alguno de nosotros recriminándonos el sacar una figura así. Sé que parecerá mentira, máxime en los años que estamos, pero os aseguro que fue así.
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jueves, 16 de junio de 2011

Año 1994 Titulo Carroza "La Cenicienta"


            Veníamos de haber ganado la Batalla de Flores el año anterior, así que en esta nueva edición debíamos de estar a la altura de un grupo ganador, así es que no escatimamos ni imaginación ni esfuerzos en volver a realizar una gran carroza para intentar volver a ganar la Batalla de Flores.

               Realizamos una recreación del cuento de la Cenicienta, y para hacerlo diferente un tanto original, hicimos un diseño que consistía, en recrear el momento de la transformación de la calabaza en carroza, haciendo que toda la obra girase entorno a ese momento. Además en la parte delantera de la carroza lucia un Zapato como símbolo y parte esencial del cuento que queríamos representar.

            Para complementar la obra, diseñamos cinco modelos diferentes  de trajes para las chicas y chicos que salían en la carroza. Unos iban de pajes empujando la misma, otras iban de cocheros, subidas sobre la calesa, cuatro niñas pequeñas iban vestidas de hadas, dos subidas en el cojín sobre el que descansaba el zapato y otras dos bajo los ratones a medio transformar,  el resto de chicas lucían ataviadas con un vestido largo de fiesta  rodeando la calesa que portaba al personaje principal de la obra, la Cenicienta.
              En resumen una preciosa carroza, con un precioso colorido y un remate en la colocación de la flor y el pétalo extraordinario,  que consiguió deleitar a todo el público asistente al desfile, de sobremanera al publico más infantil, que vieron una recreación artística de un precioso cuento.


                                               Año 1994            La Cenicienta         2º Premio

             Sirva como anécdota relatar que a todo lo largo del desfile fueron infinidad de niños los que al paso de la carroza gritaban el nombre de Cenicienta para que les mirase y saludase la guapísima componente que desempeñaba el papel principal de la carroza. Y que una vez acabado el desfile fueron así mismo muchísimos los niños que se acercaron a nosotros para poder fotografiarse con ella.

              El jurado nos otorgo un segundo premio, quedándonos a las puertas de repetir la victoria del año anterior. No obstante la satisfacción que disfrutamos con la alegría que desbordaban los niños al paso de la carroza, fue para nosotros el mayor reconocimiento de una labor muy bien hecha.
       

viernes, 10 de junio de 2011

Año 1993 Titulo Carroza "El Arquero de los Dioses"

              

                          Como ya explicamos en el capitulo anterior, la carroza de este año en realidad se pensó, diseño y comenzó a realizarse un año antes. Así que en realidad todo empezó de manera muy tranquila, con media carroza ya realizada, las ideas muy claras y unas ganas enormes de poder por fin dar forma a una carroza que estábamos seguros que nos iba a dar muchas alegrías.
                  Y así fue, conseguimos realizar una hermosa obra, donde se conjugaba una idea original, novedosa, de difícil ejecución y muy buen remate, con la que logramos vencer por primera vez en la Batalla de Flores.  



                 Ya sabíamos lo que era acariciar las mieles del triunfo, ya que en tres ocasiones nos habíamos quedado a las puertas de la victoria, teniéndonos que conformar con el segundo puesto. Así que este año fue el culmen de la alegría para nosotros , por fin habíamos conseguido ganar la Batalla de Flores.

                Aunque las alegrías, al menos para nuestro grupo, nunca nos han sido fáciles, y siempre ha tenido que haber algún factor que intentara “chafarnos” el día. Y claro este año no podía ser menos, así que justo antes de comenzar el desfile, la mayoría de carrocistas participantes ese año, acuerdan denunciar a nuestra segunda carroza, y dejarla descalificada, según ellos por no cumplir unos requisitos mínimos de decoro. Pasados los años, y con la perspectiva que otorga el tiempo, considero dos cuestiones a relatar, y podría ser que sí que es verdad que aquella carroza pudiera no cumplir el decoro necesario para participar en la Batalla de Flores, pero que también es verdad que casi todos los años, repito, casi todos los años anteriormente, habían desfilado carrozas con mucho menos decoro que esta que presentábamos nosotros ese año a concurso y jamás se descalifico a ninguna.
         Así que ese año hicimos dos cosas por primera vez, una y más importante, alzarnos por vez primera con la victoria en la Batalla de Flores, y dos, descalificarnos nuestra segunda carroza cuando nunca se había hecho eso anteriormente a nadie.

       Juzgue cada uno como quiera lo acontecido, desde luego para nosotros la cuestión esta clarísima, presentamos una gran carroza, todo el mundo veía clarísimo que la victoria ese año era nuestra, y la única forma que había de fastidiarnos, no fue otra que el descalificarnos la segunda carroza.
        Desde luego, aun a pesar de todo, nadie logro reducir ni un ápice nuestra alegría, nuestra mayor ilusión era ganar la Batalla de Flores y ese año lo habíamos conseguido por fin. Lo que si consiguieron fue colaborar sin saberlo a la anécdota que aconteció y paso a relatarles.

         Entre la paliza que supone siempre los últimos días de trabajo para culminar la carroza, el sobre esfuerzo que tuvimos nosotros la noche anterior donde todo fueron dificultades para cuadrar el colorido que dimos a la carroza y la flor que disponíamos, más el disgusto previo a empezar el desfile al dejar descalificada nuestra carroza pequeña, todo ello hizo que una vez comenzado el desfile yo me fuese a dar una ducha, ya que aun me había sido imposible encontrar ni 5 minutos para poder ducharme, y tal era el cansancio que arrastraba que una vez aseado, vestido y cuando me estaba calzando para volver al desfile,( al menos eso es lo último que recuerdo), me quede dormido tal y como estaba colocado. Y no fue hasta después de terminar la Batalla, que me estuvieron buscando hasta dar conmigo dormido en casa de mi suegra donde había subido a ducharme y cambiarme de ropa para volver a bajar rápido.
       En resumen, que la primera vez que conseguíamos ganar la Batalla de Flores, y con toda la alegría desbordada de todos nuestros colaboradores y amigos, recogiendo el trofeo que nos acreditaba como vencedores, yo en esos precisos momentos descansaba “plácidamente” ajeno totalmente de lo que pasaba.


          Aun con eso para mí fue una alegría tan inmensa, que no me importa haber sufrido esa anécdota, y es más casi que me alegro de ello, ya que al no estar yo en pista, subieron a la tribuna a recoger el trofeo mi mujer y mi hermano y se pudo plasmar en una preciosa instantánea, toda la ilusión, alegría y satisfacción que para nuestro grupo supuso ese nuestro primer premio en la Batalla de Flores. 
 

         

Año 1992 Titulo Carroza "Destellos"


                 Este año fue un poco liado, ya que en realidad empezó de una manera y termino de otra forma totalmente diferente.
                Después de la preciosa carroza que nos quedo el año anterior, y con la moral por todo lo alto, este año nos dispusimos a realizar una gran carroza. Teníamos un diseño precioso muy impactante y que con una buena ejecución, teníamos muchas posibilidades de alzarnos con la victoria. De esta manera empezamos  la construcción de la carroza, con muchas ganas, un buen diseño y toda la ilusión del mundo.
               Estábamos ya a finales del mes de junio, todo iba viento en popa, teníamos elaborada  la mitad de la carroza y todo parecía ir de maravilla. Pero si hay una cosa que el carrocista no puede prever  es la climatología, y fue esta la que nos jugó una mala pasada.
               Estuvo varios días lloviendo seguido y de manera muy fuerte, de tal manera que se inundaron algunas partes de la pesquera, con tan mala suerte que varias de las huertas que teníamos este año quedaron totalmente anegadas de agua. La mayor de ellas era una huerta que comprábamos todos los años y de la cual sacábamos siempre sobre treinta mil flores. Vamos, resumiendo, que tan mala suerte tuvimos, que entre todas nuestras huertas afectadas por el agua, perdimos más de sesenta mil flores.
               Después de este varapalo, no nos quedo otro remedio que tomar la dolorosa decisión de guardar la carroza que estábamos realizando y diseñar y comenzar a confeccionar de manera rápida una carroza mucho más sencilla y de menor tamaño, que en primer lugar fuese posible hacer en tan breve espacio de tiempo, que por otra parte pudiese ser cubierta con las flores que disponíamos, que en tercer lugar nos ayudase a paliar todos los gastos que habíamos hecho hasta ese momento y que sobre todo nos permitiese no faltar a la cita que esperábamos con ansia durante todo el año, participar un año más en la Batalla de flores.
              Confeccionamos una pequeña carroza con la que nos otorgaron un quinto premio y que como recuerdo de todo lo que nos había pasado ese año, desfilo bajo un pequeño diluvio que acompaño ese año a la celebración de nuestra querida fiesta.




                                           Año 1992                 "Destellos"           5º Premio



            No obstante no todo fue malo ese año, ya que fue ahí cuando empezó a germinar lo que un año después nos daría nuestra gran alegría. Pero esa es otra historia que contaremos en el próximo capítulo.


jueves, 9 de junio de 2011

Año 1993 Titulo Carroza "El Arquero de los Dioses"

                 Como ya explicamos en el capitulo anterior, la carroza de este año en realidad se pensó, diseño y comenzó a realizarse un año antes. Así que en realidad todo empezó de manera muy tranquila, con media carroza ya realizada, las ideas muy claras y unas ganas enormes de poder por fin dar forma a una carroza que estábamos seguros que nos iba a dar muchas alegrías.
                  Y así fue, conseguimos realizar una hermosa obra, donde se conjugaba una idea original, novedosa, de difícil ejecución y muy buen remate, con la que logramos vencer por primera vez en la Batalla de Flores.  




                 Ya sabíamos lo que era acariciar las mieles del triunfo, ya que en tres ocasiones nos habíamos quedado a las puertas de la victoria, teniéndonos que conformar con el segundo puesto. Así que este año fue el culmen de la alegría para nosotros , por fin habíamos conseguido ganar la Batalla de Flores.
                Aunque las alegrías, al menos para nuestro grupo, nunca nos han sido fáciles, y siempre ha tenido que haber algún factor que intentara “chafarnos” el día. Y claro este año no podía ser menos, así que justo antes de comenzar el desfile, la mayoría de carrocistas participantes ese año, acuerdan denunciar a nuestra segunda carroza, y dejarla descalificada, según ellos por no cumplir unos requisitos mínimos de decoro. Pasados los años, y con la perspectiva que otorga el tiempo, considero dos cuestiones a relatar, y podría ser que sí que es verdad que aquella carroza pudiera no cumplir el decoro necesario para participar en la Batalla de Flores, pero que también es verdad que casi todos los años, repito, casi todos los años anteriormente, habían desfilado carrozas con mucho menos decoro que esta que presentábamos nosotros ese año a concurso y jamás se descalifico a ninguna.
         Así que ese año hicimos dos cosas por primera vez, una y más importante, alzarnos por vez primera con la victoria en la Batalla de Flores, y dos, descalificarnos nuestra segunda carroza cuando nunca se había hecho eso anteriormente a nadie.



       Juzgue cada uno como quiera lo acontecido, desde luego para nosotros la cuestión esta clarísima, presentamos una gran carroza, todo el mundo veía clarísimo que la victoria ese año era nuestra, y la única forma que había de fastidiarnos, no fue otra que el descalificarnos la segunda carroza.
        Desde luego, aun a pesar de todo, nadie logro reducir ni un ápice nuestra alegría, nuestra mayor ilusión era ganar la Batalla de Flores y ese año lo habíamos conseguido por fin. Lo que si consiguieron fue colaborar sin saberlo a la anécdota que aconteció y paso a relatarles.
         Entre la paliza que supone siempre los últimos días de trabajo para culminar la carroza, el sobre esfuerzo que tuvimos nosotros la noche anterior donde todo fueron dificultades para cuadrar el colorido que dimos a la carroza y la flor que disponíamos, más el disgusto previo a empezar el desfile al dejar descalificada nuestra carroza pequeña, todo ello hizo que una vez comenzado el desfile yo me fuese a dar una ducha, ya que aun me había sido imposible encontrar ni 5 minutos para poder ducharme, y tal era el cansancio que arrastraba que una vez aseado, vestido y cuando me estaba calzando para volver al desfile,( al menos eso es lo último que recuerdo), me quede dormido tal y como estaba colocado. Y no fue hasta después de terminar la Batalla, que me estuvieron buscando hasta dar conmigo dormido en casa de mi suegra donde había subido a ducharme y cambiarme de ropa para volver a bajar rápido.
       En resumen, que la primera vez que conseguíamos ganar la Batalla de Flores, y con toda la alegría desbordada de todos nuestros colaboradores y amigos, recogiendo el trofeo que nos acreditaba como vencedores, yo en esos precisos momentos descansaba “plácidamente” ajeno totalmente de lo que pasaba.
          Aun con eso para mí fue una alegría tan inmensa, que no me importa haber sufrido esa anécdota, y es más casi que me alegro de ello, ya que al no estar yo en pista, subieron a la tribuna a recoger el trofeo mi mujer y mi hermano y se pudo plasmar en una preciosa instantánea, toda la ilusión, alegría y satisfacción que para nuestro grupo supuso ese nuestro primer premio en la Batalla de Flores. 
 

         

jueves, 2 de junio de 2011

Año 1991 Titulo Carroza "Misterios del Tibet"

           En esta ocasión nos dejan hacer la carroza en la antigua alhóndiga, es un sitio que está muy bien, espacioso y bien situado, por fin tenemos una ubicación decente, además nos la dejaran durante cuatro años consecutivos.
          Fue un año que trabajamos muy bien, muy a gusto, y conseguimos hacer una carroza de una ejecución impecable.  La figura central y principal de la carroza era un águila imperial de grandes dimensiones, que por cierto fue trabajada completamente a pétalo. Fue el trabajo ininterrumpido de ocho personas empetalando desde las 8 de la mañana del jueves hasta las 5 de la mañana del viernes, un total de 21 horas de trabajo, para cubrir y rematar de forma magistral toda la figura, todo ese trabajo para una sola de las piezas que componían la obra.




                                           Año 1991       "Misterios del Tibet"        2º Premio

           Para conseguir el tono más adecuado para la figura utilizamos pétalos de girasol, que aunque parezca una novedad en realidad ya no lo era, puesto que ya  lo habíamos incorporado nosotros por primera vez el año 1989 para empetalar dos Grifos (leones con cabeza y patas delanteras de águila). Además de esta figura fueron varias más las que se cubrieron en su totalidad de pétalo, quedando al final como he dicho anteriormente, un trabajo de ejecución impecable.
               Como anécdota curiosa de ese año os contare que justo antes de meter la carroza a la pista, cuando los encargados de medir la carroza realizaron su cometido, pretendieron descalificar la carroza por que según ellos se pasaba 5 centímetros de largo de los diez establecidos en aquel año, de hecho lo anunciaron hasta por megafonía, informando al publico que había una carroza que no respetaba las medidas establecidas. En medio de el follón allí montado por dicho problema, se encontraba el inolvidable carrocista ahora ya fallecido Ángel Sainz, que ese año no presentaba carroza a concurso, y fue él, el que los advirtió que estaban realizando la medición de manera errónea. Gracias a él midieron la carroza correctamente y  el resultado final es que en realidad tenía 10 centímetros menos de lo reglamentado como medida máxima.
                  Al final nos otorgaron un segundo premio que a nosotros nos supo a poco, y nos llevamos un enorme disgusto, ya que esperábamos ganar ese año la Batalla, no obstante hay que reconocer una vez pasado el tiempo, que la carroza que gano en esa ocasión también era una gran carroza, y que por lo tanto, cualquiera de las dos pudo ese día llevarse el triunfo.           
              Claro que en esos momentos de tensión y nervios la objetividad no es la misma que la que se puede tener  veinte años después, que es cuando ya se puede tener una visión más clara de las cosas.