PRESENTACIÓN


martes, 31 de julio de 2012

SOLO FALTA UN MES PARA QUE EL ARTE DESFILE POR NUESTRAS CALLES.

Batalla de Flores de Laredo

            Arte recubierto de flores desfilando altivo por un pueblo orgulloso de su legado.
            Alegorías que a lo largo de más de cien años, recorren las calles derramando belleza, fantasía y originalidad.


           En una sociedad como la actual, donde la globalización nos hace más iguales a todos, donde todo se mezcla se masifica y vulgariza. Donde las copias, lo falso es lo más visto, lo más usado. Donde por razones comerciales tratan de vendernos lo que más de moda este, lo que económica y comercialmente más les interese a unos pocos, haciéndonos creer que es lo ideal, lo mejor del momento.


          En ese ambiente  vacio de valores, huérfano de tradiciones y lleno de vaguedades y simplismos, es cuando más hay que luchar por ensalzar lo propio, lo genuino, lo que ha ayudado a forjar nuestra más reciente historia.
         Con la Batalla de Flores podríamos hablar de cifras,  de valores tangibles, de resultados económicos para la hostelería y él comercio, de prestigio, de promoción y publicidad para nuestro pueblo, de tantas y tantas cosas buenas y rentables para Laredo.


         Pero sin embargo a mí hoy me gustaría hablar de sentimientos, de recuerdos, de vivencias de miles de laredanos  que a lo largo de estos más de cien años, tuvieron en esta fiesta, la ilusión puesta tanto para disfrutar, como para soñar, enamorarse, vivir emociones, fecundar amistades, sentir orgullo de su pueblo, de sus vecinos, de su arte. En definitiva saberse poseedores de algo genuino, único, diferente.


        Hay otras fiestas que actualmente se celebran en nuestro municipio de reciente creación, las cuales cuentan con una gran capacidad de captación de gentes y con un entretenido desarrollo. Entretenidas celebraciones que merecen mi mayor respeto tanto por su gran aceptación popular, así como por su entretenido discurrir. Fiestas como los Carnavales, o el desembarco de  Carlos V, la Marmita o la de reciente creación la Belle Époque o Laredo ye-ye, como se la quiera llamar. Todas ellas son fiestas que nos hacen disfrutar, y nos divierten y entretienen.


        Pero lo que yo me propongo plasmar en estas letras, es algo más que el entretenido discurrir de una fiesta, es algo más que el divertimento pasajero de unos días, es recordar la necesidad de preservar algo propio, algo genuinamente nuestro, algo por lo que en cuanto a celebraciones se refiere, siempre marco, continua hoy en día haciéndolo y seguirá marcando una gran diferencia con respecto a otras muchas fiestas que se celebran en el resto de localidades.
           Es francamente difícil aunar en una fiesta, alegría, diversión, Arte “con mayúsculas”, originalidad y buen gusto. Y sin embargo nosotros disfrutamos de una posesión así desde hace más de un siglo.
          Nosotros los laredanos, somos poseedores de algo difícil de tener. Al igual que nos sentimos orgullosos de nuestro pasado, de nuestra historia, de nuestra playa, de nuestro legado cultural y artístico, de igual manera debemos sentirnos orgullosos de ser herederos de una ya para nosotros más que fiesta, una tradición, una muestra artística, un desfile anual de arte, color y fantasía.



         Mantengamos nuestras fiestas, todas y cada una de ellas, disfrutemos y hagámoslas cada vez más entretenidas y alegres. Todas ellas son dignas de ser apoyadas por todos nosotros, pero recordemos siempre que en ese aspecto, nuestro faro, nuestra diferencia con respecto a los demás, nuestro emblema, nuestra principal nave, no es otra que nuestra centenaria y querida Batalla de Flores.


martes, 14 de febrero de 2012

Los Vestidos de "Carrozas Oruña"

        En nuestras carrozas siempre nos ha gustado cuidar mucho los detalles, así como todo lo que complementa y rodea la obra.

        Es por esto, que uno de nuestros puntos fuertes, desde siempre, han sido los trajes que han lucido las chicas que han salido con nosotros.




        En el apartado de vestidos contamos en nuestro haber, con cinco primeros premios, ocho segundos y seis terceros.

        Un palmarés, creemos, bastante destacado, y es que como ya he apuntado en otras ocasiones, nuestro grupo considera que todo lo que complementa y rodea a la carroza, debe de ser tratado con el máximo esmero ya que en el fondo además de lucir las carrozas en el desfile el día grande de la fiesta, hay que procurar dar un espectáculo acorde con el nivel artístico del evento, y que por tanto hay que cuidar todos y cada uno de los detalles que forman el conjunto de la carroza, desde su ejecución hasta la chicas que la adornan y las personas que tiran de ella y complementan todo el conjunto.

       Samara Oruña es nuestra diseñadora de vestuario, y es ella no solo la que se encarga de diseñar los trajes para todas nuestras carrozas, sino que también es ella la que se encarga de dirigir la confección de los mismos, así como también realiza todos los complementos y detalles que componen los vestidos.




     A continuación voy a presentaros fotografías de algunos de nuestros vestidos, poniendo en cada uno de ellos el titulo de la carroza que acompañaron, así como el año de la misma y el premio obtenido. 



                                                       Samara Oruña

                     Titulo Carroza.: Flor de Fuego       Año 1989       3º Premio Vestidos



                                                                      
                                                        Patricia

                Titulo Carroza.: Rumbo al Sol Naciente     Año 2007     1º Premio Vestidos



                                                             
                                                      Sara Santamaría

                  Titulo Carroza.: Las Mil y Una Noches     Año 2009     3º Premio Vestidos




                                                              
                                                       Lucia Santamaría

                             Titulo Carroza.: Duendes     Año 2011     1º Vestidos




                                                              
                                                   Monica y Rebeca Adán

             Titulo Carroza.: Había una Vez... Un Sueño     Año 2010     2º Premio Vestidos




                                                                 
                                                      Sara Santamaría

                       Titulo Carroza.: Festejo Andino     Año 2001     1º Premio




                                                                  
                                                         Sara Santamaría

                      Titulo Carroza.: Jardín Prohibido     Año 1996     2º Premio Vestidos




                                                                 
                                                     Elena de la Peña

                     Titulo Carroza.: Memorias de Jaypur     Año 2008     1º Premio Vestidos
                                                               
                                             Centenario Batalla de Flores

jueves, 12 de enero de 2012

Año 2010 Titulo Carroza "Había una vez... Un Sueño"

       1986 – 2010, veinticinco Batallas de Flores. Ese año 2010 celebramos nuestras bodas de plata en la Batalla de Flores. 25 Batallas, más de sesenta carrozas presentadas a concurso y decenas de amigos que a lo largo de estos años, nos han acompañado y han colaborado con nosotros.


          Son muchas, muchísimas las personas que en más o menos medida, en más o menos ocasiones han estado a nuestro lado durante estos 25 años. Sería dificilísimo acordarnos de todas ellas, pero sí que podemos acordarnos concretamente de los que más años han colaborado con nosotros. Y es que consideramos justo acordarnos en esta memoria por ejemplo de Laureano Santamaría, de Fco Javier Pérez Portilla, de Mª Luisa Casado Campón, de Raúl Revuelta Fuentes, de Javier Fernández Dosantos, de Francisco Marañón, de Ángel Luis Martín Álvarez, de Benigno Oruña Casado, de Santiago Fuentes, de Angélica Vila, de Fco Javier Santibáñez, de Nuria de la Peña, de Silvia García Aguado, de Antonio Antón, y muchos muchos más, ya que podría seguir con la lista la cual sería larguísima.
      Mención aparte merecen tres personas que siempre, repito siempre, han estado al pie del cañón y que de una u otra manera, este sueño nunca habría sido posible sin ellas. En primer lugar, mi hermano Alfonso, con el cual empecé en esta aventura de construir carrozas y que fue el que más ilusión y amor por esta fiesta inculco a nuestros colaboradores, y aunque los últimos años ha estado un poco más desligado del tema, nunca jamás ha faltado a la cita en más o menos medida. En segundo lugar, Cesar Santamaría, mi mejor  y más fiel colaborador y lo que es más importante, mi mejor amigo.  Y dejo para el último lugar, aunque sin duda alguna, debería de ser citada la primera, Samara Oruña Casado, ya que ha sido ella la que más ha tenido que aguantar mis tribulaciones, mis cambios de humor, mis alegrías y mis tristezas. Ella ha sido la piedra angular sobre la que siempre me he apoyado para llevar adelante esta difícil empresa. Se puede decir sin ninguna duda, que de no haber sido por ella, estas veinticinco Batallas no habrían sido posibles para este grupo.


          Todos ellos y otros muchos son los que a lo largo de estas veinticinco Batallas de Flores nos han ayudado de manera totalmente desinteresada y con una inmensa ilusión. Como ya he dicho sería una lista mucho, muchísimo más larga, dificilísima de recordar por completo, pero aunque sea sin citar sus nombres, igualmente agradecemos enormemente su ayuda y colaboración a todos ellos, por la ilusión y fidelidad que han demostrado para con nuestra carroza,  que como siempre me gusta decir, es también la de ellos.


         Ese año 2010, año de celebración para nosotros, nos decidimos por hacer una carroza que tuviese una temática alegre, fantasiosa, ilusionante, y para ello nada mejor que representar la escena más representativa del circo. Quisimos plasmar en esa carroza metafóricamente lo que para nosotros habían supuesto todos esos años,  Ilusión, alegría y mucha mucha felicidad. Es por esto que la pieza principal de la carroza era una gran cabeza de payaso, sonriendo y con una expresión en el rostro de autentica felicidad. La enmarcaba la silueta de una carpa de circo, y la precedían, dos payasos haciendo cabriolas y que así mismo expelían una inmensa alegría.
           Había una vez… Un Sueño,  fue el titulo que al final le pusimos a la carroza. En un principio la carroza iba a llamarse de otra manera, pero por cosas del destino no pudo llamarse así y al final optamos por el que desde un principio debió de ser. El cual considero que fue el más acertado que podríamos haberle puesto, ya que en verdad estos veinticinco años, han sido para nosotros como un hermoso y maravilloso sueño.